Sobre mi
¡Hola de nuevo! ¿Me quieres conocer un poco mejor?
​Soy Emma, un torbellino de energía creativa, apasionada por la fotografía, los viajes, el diseño de interiores y la buena comida (especialmente comerla).
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Cuando era niña, lo que más me gustaba era hacer fotografías con la cámara de mi abuelo. Selfies, naturaleza, comida... Y sobre todo en vacaciones, más de cien fotos al día. Es posible que el pobre se arrepintiese de dejarme la cámara en algún momento.
Pero cuando cumplí veinte años, mi abuelo me llevó a la tienda y con mis propios ahorros compré mi primera cámara DSLR. Un sentimiento que sólo puedo describir como"Mil veces mejor que ir a Disneylandia".
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¡El año pasado decidí hacer mi sueño realidad ¡y me mudé a España a disfrutar de la vida al máximo! Perseguir un sueño así de grande da un poco de miedo pero es también muy gratificante. Por eso decidí empezar mi propio negocio de fotografía al mismo tiempo porque ¿para qué seguir soñando cuando puedes hacerlo realidad?
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Y el resto es historia.
¿Por qué elegir FotografÃa Contraluz?
En este mundo ferozmente competitivo es difícil destacar. Empecé a preguntarme qué me diferencia de otros fotógrafos, qué es ese no se qué que me diferencia de los demás.
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Valores fundamentales
Personal, cómodo y lleno de vida.
Por mucho que mis fotos hablen por sí solas, me gustaría profundizar
un poco más en mis valores.
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Personal
Cada sesión es diferente, no tengo guiones ni localizaciones específicas. Es algo que discutiremos de forma distendida en una primera cita gratuita donde haremos una primera toma de contacto para conocernos mejor y establecer las bases de las expectativas que ambos tenemos. Nada extravagante, mi misión es que ideemos una sesión a la altura de tus deseos y necesidades.
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Comodidad
Soy muy consciente de que tener una cámara apuntándote puede hacerte sentir
Un poco (o muy) incómodo a veces, dímelo a mí. Por eso me gusta tener un enfoque relajado donde nada es forzado y el objetivo principal es hacerte sentir bien y cómodo.
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Lleno de vida
Uno de mis días más temidos en la escuela, además de mi examen de gimnasia, era probablemente el día de la foto. Una imagen estática en la que solo podías desear no tener espinacas entre los dientes, tu madre escogía cuidadosamente tu ropa y de repente aparecía un grano de la nada. Dios, odiaba esas fotos. Probablemente otra razón por la que decidí ir por otro camino y tomar nada más que fotografías espontáneas y llenas de vida, donde no importa si tu hijo está mellado y donde puedas aparecer con un moño desenfadado y chándal. Sí, de eso se trata la vida.
​ ¿Qué me separa de otros fotógrafos?
Cada persona es única y actúa de manera diferente.​
Eso es lo que más me gusta de la fotografía y de capturar momentos. Las personas únicas requieren imágenes únicas.
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¿Mi eslogan?​
Captura lo inesperado.
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Para mí, todas las imágenes deberían contar una historia. Espontaneidad y emoción son mis palabras favoritas.
Haz que otras personas se maravillen que estás haciendo mientras creas recuerdos que atesorarás toda la vida.
Por mi parte, seré tu sombra y te acompañaré durante el día para capturar esos preciosos momentos desde mi punto de vista.​
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¿Estás convencido?
(Por cierto, sigo convencida de que
los camellos pueden escupir)